¿Y eso para qué?

Ésta era una de las primeras entradas que tenía pensadas antes de empezar a hablar de IceCube y neutrinos. Una pregunta a la que nos vemos enfrentados los científicos muy a menudo es “y eso ¿para que sirve?”. Caben varias respuestas, y desde luego, este es un tema bastante subjetivo, pero al menos quería plantear mi postura en este asunto, con la que naturalmente, podéis discrepar.
Generalmente, la tesis argumental que solemos seguir los científicos ante semejante pregunta es la de que aunque la investigación básica no tiene una aplicación directa en sí misma, como resultado de esas investigaciones, se generan adelantos que son de utilidad práctica. Y entonces se recurre a ejemplos paradigmáticos. Entre ellos, está la creación de la WWW en el CERN como instrumento para compartir datos científicos, y ya veis hoy en día en lo que se ha convertido. Otro ejemplo hace alusión a la relatividad, sin la que los modernos GPS, no podrían funcionar, o a la mecánica cuántica, que está detrás de cualquier dispositivo semiconductor, y por tanto, de cualquier aparato electrónico que utilizamos actualmente. A estos ejemplos, bien conocidos, cabría añadir la cantidad de técnicas de diagnóstico médico desarrolladas a partir de los conocimientos e instrumentos salidos de la física de partículas (rayos-X, ecografías, tomografías, PET, resonancia magnética nuclear, etc). Estos y unos cuantos ejemplos más, podrían bastar para mucha gente como prueba de que la investigación básica sirve en última instancia para algo. Sin embargo, sigue resultando realmente complicado establecer una conexión directa entre este tipo de adelantos y por ejemplo, un telescopio de neutrinos. Es más, a este tipo de argumentación, cabe interponer una clara objeción. Si la utilidad de la investigación básica está en los descubrimientos ‘laterales’ que se derivan de ella, ¿Por qué los científicos no se dedican directamente a desarrollar esos descubrimientos? Parece como si la sociedad tuviese que aceptar como un mal menor dejar a los científicos ‘jugar’ con las cosas que les divierte, porque de vez en cuando, como resultado, se sacan de la manga algo útil.

Sabiais que los PET utilizan antimateria para el diagnostico medico?

Como digo, este es el tipo de argumento que yo mismo suelo utilizar, sobre todo, cuando uno no tiene demasiado tiempo para explicaciones. Y no estoy en completo desacuerdo. Al fin y al cabo, la investigación básica se paga con los impuestos de la gente, y la gente tiene derecho a saber qué se hace con esos impuestos, y a esperar una repercusión en su vida diaria. Y por eso, me parece bien que cada día más, en todos los proyectos de investigación básica se hayan ido incorporando oficinas de lo que se llama ‘transferencia de conocimiento’. Si una investigación está generando conocimiento y de ese conocimiento pueden derivarse aplicaciones prácticas, es razonable dedicar una parte de nuestros esfuerzos a materializar o encauzar el desarrollo de esas aplicaciones. Esto puede parecer de Perogrullo, pero es que los científicos, en un acto quizá de pueril rebeldía, a veces encontramos más placer cuanta menos aplicación práctica tiene una investigación.
No pretendo justificar esta postura, pero si quiero reflexionar un poco más sobre el papel de la investigación básica, y aportar algún punto de vista quizá menos conocido.

El ser humano ha recorrido un largo camino hasta nuestros dias. A veces olvidamos que el conocimiento actual no surge de la noche a la mañana.

Investigación básica es por definición aquella que se dedica a estudiar las cuestiones fundamentales que asedian al género humano. Por qué tenemos esa curiosidad por responder a preguntas aparentemente irrelevantes sería en sí misma una de esas preguntas fundamentales, pero el caso es que muy posiblemente gracias a esa curiosidad el homo sapiens es lo que es. Y la Naturaleza se ha revelado una autentica caja de sorpresas. Por cada pregunta que resolvemos, se nos plantean 10 incluso más complicadas, de forma que el tipo de preguntas que hoy en día nos hacemos los científicos, están bastante alejadas de la experiencia diaria de la gente muy al contrario de lo que podía ocurrir con los antiguos filósofos griegos. Y es ese grado de complicación el que oculta un hecho irrefutable, y es que la sociedad, tal como la entendemos hoy en día, no seria posible si gente como Galileo o Newton, por ejemplo, no se hubiesen planteado algunas de las cuestiones fundamentales que existían 300 y 400 años atrás. Hacer volar un satélite (gracias al cual esta crónica os llega a vosotros) es un problema técnico complicadísimo, pero no sería si quiera planteable si antes Newton no hubiese resuelto el problema del movimiento de los objetos celestes. El grado de desarrollo en un momento dado de la Historia, no es resultado de un brillante descubrimiento puntual, sino la suma de lo que se ha aprendido hasta ese momento. Así que quizá nosotros no lleguemos a ver un sistema de comunicación interplanetario basado en neutrinos, pero puede que mis hijas, o los hijos de mis hijas, sí. En cierto modo, seguir generando conocimiento es una obligación que tenemos con las generaciones futuras. Y aun cuando uno sea un poco más egoísta que eso, en muchas ocasiones las aplicaciones no tardan tanto en surgir. La cantidad de dinero y puestos de trabajo que supone la tecnología electrónica e informática hoy en día es innegable. Todo ello apenas medio siglo después de la construcción del primer dispositivo semiconductor.

La paradoja del progreso. Mientras la ultima tecnologia llega al primer mundo, en algunos paises el simple hecho de conseguir agua para beber es un reto. (wikipedia commons)

Aquí cabria hacer un inciso. ¿Es realmente la sociedad actual mejor y más feliz que antes? ¿Nos hace mejores la tecnología o nos esclaviza en cierto nodo? ¿Qué decir del impacto ambiental de ese desarrollo? El desarrollo incontrolado de las ultimas décadas está suponiendo una amenaza para nosotros mismos y otras especies (al planeta desde luego le da igual, no digamos ya al universo). Así que no parece muy sensato seguir por esa línea. Es responsabilidad de todos hacer un uso racional de los recursos. Pero aquí también, la investigación básica puede aportar soluciones a estos nuevos problemas.
Una cuestión también delicada es el hecho de que a pesar de que se genera conocimiento y tecnología, estos no están igualmente distribuidos. Puede que nosotros vivamos mejor gracias a la tecnología, pero ¿vive el Mundo mejor? Disfrutar de tecnología barata en el ‘primer’ mundo exige explotar recursos en otros países que no siempre se ven recompensados de manera justa. Esto, a parte del conflicto ético, genera un problema social. Aunque vivamos en una burbuja (ahora bastante tambaleada por la crisis), un mundo donde las desigualdades van en aumento, es un mundo propenso a mas conflictos, tensiones y sufrimiento. Así que los científicos, a veces nos enfrentamos a estas cuestiones morales. No sólo la gente cuestiona si sirve para algo lo que hacemos, sino que nosotros mismos a veces podemos dudar de si lo que se deriva de lo que hacemos en realidad hace al Mundo mejor o peor. Pero mi postura es que la investigación básica, a parte de contribuir a estos ‘avances’, ha obrado un cambio fundamental en la sociedad, que a pesar de ser mucho mas difícil de cuantificar o evaluar, es posiblemente su principal valor.

El juicio contra Galileo por defender el sistema heliocentrico.

Investigar significa preguntar a la Naturaleza con sentido crítico, cuestionarse lo establecido. Y en ese camino, nuestra imagen del Universo ha cambiado radicalmente en los últimos siglos. En otro tiempo, sugerir que la Tierra se mueve alrededor del Sol podía suponerte un juicio por herejía. Plantear que el ser humano es un animal más que ha evolucionado junto con el resto de las especies era exponerte a ser ridiculizado (y desgraciadamente, en algunos sitios lo sigue siendo). Hablar de que la Tierra tiene millones de años y la orografía y disposición de los continentes son el resultado de procesos lentos pero continuos, era sencillamente absurdo. Muchos países subdesarrollados viven bajo regímenes totalitarios, donde las supersticiones y viejas creencias de la población no ayudan a cambiar las cosas. Aunque quizá es una imagen un tanto idealista, creo que la investigación básica, en su papel de cuestionárselo todo, ha contribuido en cierta manera a la democratización de la sociedad en la que vivimos. Ojalá pudiese ayudar también a democratizar pacíficamente estos países, aunque echando la vista atrás, la Historia nos enseña que en general, estos cambios han solido ser sangrientos. En cualquier caso, sí creo que la investigación tiene un valor filosófico y social, que va más allá de las aplicaciones prácticas que puedan encontrarse, y eso es para mí ya una utilidad.

Bertrand Rusell:»El problema con el mundo es que los locos y fanaticos estan siempre tan seguros de si mismos, mientras que los sabios estan llenos de dudas.»

Pero volvamos al tema de la financiación. Es claro que si las aplicaciones de la investigación básica no surgen hasta décadas después, ninguna entidad privada va a financiarla. Por eso la investigación básica se financia fundamentalmente a partir de los presupuestos de los gobiernos, es decir, de los impuestos de los contribuyentes. Y es por eso que a pesar de lo ‘bonito’ que pueda resultar lo expuesto hasta ahora, vosotros tenéis derecho a cuestionar al menos qué se hace con vuestro dinero. ¿Vale todo en investigación? ¿Debemos financiar entonces cualquier cosa? Ahí es donde entran los comités científicos. El sistema no es perfecto, pero la propia comunidad científica identifica las cuestiones fundamentales en cada campo. Quizá habéis oído alguna vez eso de que un experto no es aquel capaz de responder preguntas, sino de plantear las preguntas adecuadas. Cuando uno quiere hacer un experimento, debe preparar una propuesta científica detallando el interés científico, la viabilidad, los costes estimados, etc. Y un equipo de científicos se dedica a evaluar estas propuestas para intentar repartir el dinero disponible entre aquellas que plantean un mayor potencial a la hora de resolver esas ‘cuestiones fundamentales’ en cada campo. El sistema no es perfecto porque los científicos son también humanos, y a veces la corriente de ‘pensamiento’ en un determinado momento puede estar sesgada hacia un tipo de experimentos en detrimento de otros que podrían conducir a mayores descubrimientos. En otras ocasiones, cuando hablamos de experimentos a gran escala como los grandes telescopios, hay involucrados más de un gobierno, y se plantean cuestiones como la ubicación del telescopio, lo que en general, no se resuelve sólo por cuestiones estrictamente científicas, sino también políticas. Pero así es la Ciencia. A pesar de todo, se sigue avanzando, y se sigue dando respuesta a grandes enigmas, a la vez que se desvelan otros. Y os puedo asegurar además, que los grupos de investigación son sometidos a rigurosas auditorias y deben rendir cuentas también de los resultados obtenidos. Esto debería tranquilizaros un poco respecto al aprovechamiento de vuestro dinero, pero hay otro aspecto para mi importante.

Eduard Punset, uno de los divulgadores mas conocidos del pais.

¿Os habéis planteado alguna vez por qué no surgen las mismas preguntas que tenemos que responder los científicos cuando hablamos de deporte, arte, etc.? ¿Para qué sirve el fútbol por ejemplo? (aunque los equipos se financian con capital privado, las selecciones corren a cargo también de los presupuestos del estado). Si uno ha pagado 50E para ver perder a su equipo, tal vez se haga también esa pregunta, pero es evidente que el deporte tiene una clara función como entretenimiento. Nos puede parecer escandaloso que Messi o CR7 ganen 30 Millones al año (bueno, es escandaloso se mire como se mire), pero el caso es que el Bernabeu es capaz de albergar 85000 personas, y si no se llena cada domingo, poco le falta. Lo mismo ocurre con otros muchos espectáculos. La Ciencia se ha apartado del gran público en gran medida porque resulta complicado transmitir algunos de los conocimientos tan extremadamente técnicos a los que ha conducido la especialización. Pero en parte también por nuestra incapacidad como científicos para cautivar la atención de la gente. Naturalmente, no espero que se llene el Bernabeu para oír una charla sobre neutrinos, pero hay países en los que se emiten programas científicos en ‘Prime Time’. En nuestro país la situación ha ido mejorando, pero sigue faltando posiblemente cultura científica. Y eso es en parte responsabilidad de los científicos. No obstante, debo romper aquí una lanza en favor de muchos compañeros. La divulgación es una tarea muy poco reconocida. Cuando vas a solicitar un determinado puesto de investigación, los criterios de evaluación detallan distintos apartados, que te van dando puntos. En general, pocas veces se reconocen las tareas de divulgación. Muchos colegas, grandes apasionados de la divulgación, dedican horas, y dinero para visitar colegios, u organizar charlas a costa de su propio curriculum. Estoy convencido de que si desde las instituciones se incentivase más esta labor, habría muchos mas divulgadores y habría una mayor apreciación de la Ciencia como algo entretenido. Vosotros habéis ‘pagado la entrada’ por decirlo en términos deportivos, así que tenéis derecho a disfrutar también del partido. Por eso, creo que es en cierto modo una obligación de los científicos divulgar nuestro trabajo. Pero pienso además que esa es una ’utilidad’ perfectamente legitima de la Ciencia. Cada minuto que pasáis entretenidos leyendo sobre neutrinos, o sobre cualquier otro tema científico, o sobre la vida en una base científica como la Amundsen-Scott, cada cosa que descubrís, si os hace disfrutar, pasar un rato agradable, aprender, justifica de por si la labor del científico.

La Ciencia todavia no llena estadios.

Así que para mí, tanto o más que las aplicaciones prácticas, es su valor para generar conocimiento, para transformar la sociedad, para entretener y cautivar a la gente, lo que justifica la investigación básica y los experimentos que a ella se dedican. (Por cierto, ¿sabíais que también hay investigación básica sin experimentos? La Física Teórica y las Matemáticas son disciplinas que en muchas ocasiones se ejercitan con papel y lápiz. Seria extendernos demasiado, pero a pesar de lo abstractas que puedan parecer, son también fundamentales para el desarrollo del resto de las Ciencias!)

Foto reciente del laboratorio de IceCube.

IceCube fue propuesto y aprobado como un proyecto capaz de dar respuesta a algunas de las preguntas que siguen abiertas en nuestra comprensión del Universo. En próximas entregas intentaré profundizar en algunas de esas preguntas y qué podemos aprender a través de ellas, pero por ahora, quería comentar que su construcción costó al contribuyente americano 275M$ (millones de dolares). ¿Cuánto es esto? Por ponerlo un poco en perspectiva, eso es por ejemplo:
– Lo que ganan los 10 deportistas mejor pagados del mundo en 1 año.
– La mitad del presupuesto del Real Madrid en 1 año (480ME).
– Lo que gana Bill Gates en dos días! (46500M$/año).
– El coste de la guerra de Irak al día! (más de 3000 IceCubes en 8 años).
– Lo que costaría pagar 1 café (barato) a cada americano (300M$)
– Lo que costaría desarrollar casi 2000 proyectos de colaboración como este (http://sarabastall.es/proyecto-hushe.html) en Hushe (Pakistan) o cualquier otro similar que conozcáis.
En fin, que cada cual saque sus propias conclusiones.

La curiosidad, un impulso dificil de contener.

13 comentarios en “¿Y eso para qué?”

  1. Querido Carlos,te doy las gracias por el artículo me gusta mucho estoy contigo escribes de la realidad cuando puedo veo a Eduardo Punset,tambien entro en el blog de la NASA, «ya ves un aficionado de la tercera edad» de conocimiento limitado y no me gusta la politica,estoy por el conocimiento,,un abrazo,SALUDOSSSSSSSSSSSSS,,

  2. Mauricio Frapiccini

    Aquí en Argentina he comprobado que el 90% de nuestra población no tiene idea de la existencia de los trabajos realizados por los científicos y ni que hablar de su financiación. Y el 10% restante, que sí seguimos vuestro trabajo, ni locos nos opondríamos a quitarles un solo centavo a esos proyectos. Así que como verás están protegidos por un grueso manto de ignorancia poblacional. (No se si eso sea bueno o malo). Así que ahora ve y ATRAPA ESOS NEUTRINOS¡¡¡¡

  3. Carlos, me gustó muchísimo este post, y a medida que iba recorriendo las líneas y rumiendo las ideas…pensaba en las mayorías, como los seguidores del fútbol…y en las minorías, como los interesados en investigaciones de corte científico…y en realidad la cosa es así, y será así, mientras la educación sea como es, que no fomenta el entusiasmo por saber, por descubrir, por relacionar.
    Tienes razón en que falta un aporte para la divulgación, porque es sabido que queda supeditado a las facilidades para expresar conocimiento de forma cercana, fácil, entretenida, y que no todos los científicos las tienen, aunque ahora tenemos esta forma de acceder gracias a internet y que hasta hace poco no teníamos!
    Yo te agradezco muchísimo que te des el tiempo para nosotros; tiempo que podrías ocupar en conversar, ver una película o dormir, y además, que escribes bien, ocupas bien el lenguaje y muchas veces los matemáticos son poco dados al idioma!
    Para mí resulta increíble que hasta antes de aterrizar en tu blog yo no tenía idea de qué es lo que se hace en el Polo Sur!
    Te mando un gran abrazo y mis mejores deseos para este invierno nocturno que decidiste vivir…y compartir con todos nosotros, Carlos.
    Besos.
    Gabriela

  4. Carlos, me gustó muchísimo este post, y a medida que iba recorriendo las líneas y rumiando las ideas…pensaba en las mayorías, como los seguidores del fútbol…y en las minorías, como los interesados en investigaciones de corte científico…y en realidad la cosa es así, y será así, mientras la educación sea como es, que no fomenta el entusiasmo por saber, por descubrir, por relacionar.
    Tienes razón en que falta un aporte para la divulgación, porque es sabido que queda supeditado a las facilidades para expresar conocimiento de forma cercana, fácil, entretenida, y que no todos los científicos las tienen, aunque ahora tenemos esta forma de acceder gracias a internet y que hasta hace poco no teníamos!
    Yo te agradezco muchísimo que te des el tiempo para nosotros; tiempo que podrías ocupar en conversar, ver una película o dormir, y además, que escribes bien, ocupas bien el lenguaje y muchas veces los matemáticos son poco dados al idioma!
    Para mí resulta increíble que hasta antes de aterrizar en tu blog yo no tenía idea de qué es lo que se hace en el Polo Sur!
    Te mando un gran abrazo y mis mejores deseos para este invierno nocturno que decidiste vivir…y compartir con todos nosotros, Carlos.
    Besos.
    Gabriela

  5. Hola de nuevo Carlos (Jorge -Zaragoza-). Me parece este un artículo muy mesurado donde destaco como positivas, la casi nula búsqueda de culpables de la insuficiente inversión en ciencia en España, de sus miserables sueldos y condiciones laborales en muchos casos, del chantajismo, pirateo y explotación al que son sometidos bastantes becari@s, y de la poca importancia que todavía tiene la I+D+I para el Estado (el físico Alberto Sicilia ha escrito últimamente artículos muy incisivos al respecto). Creo que te centras en algunas de las cuestiones más polémicas que a alguno de tus colegas hace enrojecer de ira, pero que aún así muchos se plantean, con razón, o sin ella. Estoy ansioso por leer tus crónicas científicas explicando la razón de ser de este experimento en el que participas. Nuevamente, recibe un fuerte abrazo desde ZGZ.

    1. Gracias Jorge, me alegro de que te haya gustado. A mi me gustaria a veces ser mas incisivo, pero al final cada uno termina adoptando el estilo en que se siente mas comodo, y yo me he dado cuenta de que no valgo para las criticas corrosivas.
      A ver cuando encuentro algo de tiempo e inspiracion para las siguientes entradas.
      Ciao!

  6. Hola Carlos!
    Felicidades por tu blog y por el apasionante mundo que nos ayudas a descubrir. Caí por casualidad por aquí hace unos meses y no me pierdo ninguna de tus crónicas. Si me animo a escribir hoy esta entrada es por lo siguiente: soy profesor de Filosofía en un colegio de Pamplona y estaba hoy pensando qué decirles a mis alumno/as que pronto se van a enfrentar a la temida Selectividad. Leyendo tus reflexiones acerca del papel de la Ciencia y su relación la sociedad actual me han parecido acertadísimas y creo que les puede ayudar en esa pregunta del examen en la que pueden relacionar los temas estudiados (uno de ellos desde luego que es la Ciencia) con una reflexión personal o temas de actualidad. En resumen, ¡qué me has «apañado» la clase de mañana!
    Gracias, sigue así, me interesan tanto los neutrinos, como la vida en la base, como tus correrías por el exterior de ella.

    1. Hola Josemari, bienvenido. muchas gracias por escribir. y me alegro de que pueda servir de algo lo que escribo. tu alumnos son tambien bienvenidos aqui, o en la pagina de facebook, que acutalizo un poco mas a menudo.
      Ya contaras que tal les va la selectividad. Suerte.
      Un saludo!
      Carlos

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