Tal día como hoy de hace 100 años, Scott recoge la última entrada de su diario:
«Desde el 21hemos tenido fuerte viento del O.S.O y S.O. El día 20, teníamos combustible para hacer un par de tazas de té por cabeza y comida para dos días. Cada día hemos estado preparados para salir hacia el depósito a 11 millas, pero fuera de la tienda continuaba el vendaval. No creo que podemos esperar ninguna mejoría a este punto. Resistiremos hasta el final, pero estamos cada vez más débiles, y el final no puede estar muy lejos.
Es una pena, pero creo que ya no soy capaz de escribir más.
R. Scott
Por el amor de Dios, cuidad de nuestra gente.»
Es un testimonio sobrecogedor, que resulta todavía mas demoledor al comprobar que en los últimos días escribió varias cartas de despedida, viendo más que seguro el final. Es tremendo pensar que por menos de 18km no lo consiguieron. Recuerdo que cuando conocí la historia de pequeño, pensé que esa distancia, era desconocida para ellos, pero en realidad, sabían en todo momento que tenían la salvación a pocas horas. Sólo una tormenta que duró más de una semana los retuvo en sus tiendas.
En el análisis que hace Scott del viaje, no lamenta las decisiones tomadas y dice que si bien habían asumido riesgos, el fracaso de la expedición se debió simplemente a una tremenda mala suerte. Alaba la entereza de Wilson y Bowers en los últimos momentos, y pide en varias de las cartas que por favor, alguien se haga cargo de su familia. Parece que era lo que mas le preocupaba, el futuro de su hijo. Por lo demás, afronta el momento con entereza. En una carta que deja para el público, escribe:
«De haber vivido, habría tenido una historia que contar de audacia, resistencia y coraje de mis compañeros que hubiese conmovido el corazón de cualquier hombre. Estas escuetas notas y nuestros cuerpos sin vida contarán la historia, pero con seguridad, con total seguridad, un país rico como el nuestro se hará cargo de nuestros seres queridos. «
Recuerdo también que la famosa canción de Mecano me indujo a pensar que esperaron algún tipo de rescate, pero en una de las cartas escribe:
«No hay que culpar a nadie, y espero que no haya ningún intento por sugerir que nos ha faltado apoyo.»
En varios puntos reitera el intenso frío, y lo difícil que le está resultando escribir esas ultimas notas. En su carta al público, escribe también:
«Estamos débiles, escribir resulta difícil, pero no lamento este viaje, que ha demostrado que un inglés puede hacer frente a las dificultades, ayudarse unos a otros, y encarar la muerte con tanta fortaleza como antaño. Asumimos riesgos, sabemos que fue así; las cosas no estuvieron a nuestro favor, y por tanto, no tenemos motivo de queja, pero, en manos de la Providencia, estamos determinados a dar lo mejor hasta el final.»
Los cuerpos de Wilson, Bowers y Scott fueron encontrados 8 meses después dentro de la tienda. Como recuerdo, se erigió en lo alto de la Observation Hill (al lado de la actual base McMurdo) una cruz de madera con una inscripción que todavía hoy es visible:
“Esforzarse, buscar, encontrar y no rendirse.”
Podeis leer el diario en ingles en: http://www.coolantarctica.com/ (apartado History)